-El Concilio Testimonio-
El Concilio El Gran Testimonio de Dios, es la Entidad, Grupo de Iglesias y Obispos, Pastores y Ministros de Jesucristo, Conjunto de Iglesias Cristianas o Instrumento administrativo Espiritual o conjunto de medios teológicos-espirituales, técnicos-científicos, escatológicos-humanos, éticos ministeriales Cristianos y morales, que hacen posible la cooperación y el trabajo en conjunto, para llevar y canalizar información Espiritual de Vida, al servicio de la obra de Jesucristo en la tierra.
Es la entidad Cristo-céntrica por la cual los pastores, y ministros en general, que trabajan en la Iglesia de Cristo, toman posesión de su dignidad, tomando las vestiduras de siervos de Cristo, delante del Rey Jehová: El Padre. Entonces, Él nos guía, por medio de Su Espíritu Santo, a toda verdad.
Esta es la paternidad delegada de Dios en la tierra, bajo la expresa dirección y la unción del Espíritu Santo. Él es quien guía a la Iglesia de Cristo, a través de sus pastores y sus ministros. Es una transferencia del Padre al Hijo Unigénito, y de Éste al Espíritu Santo, a fin de preparar el camino del regreso de Cristo Jesús en buscar Su Iglesia en un abrir y cerrar de ojos.
La cobertura funciona como la paternidad. Las iglesias miembros son como las hijas o novias del Cordero. Los pastores y ministros, como los servidores o príncipes y princesas del Reino, porque también todos somos hijos del Rey de reyes, el Señor Jehová.
La IGLESIA EL GRAN TESTIMONIO DE DIOS INC. Y las iglesias afiliadas, existen para cumplir con la Misión de la Gran Comisión, dada por nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos, de ir y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. (Mateo 28:19).
Las informaciones previamente establecidas en el párrafo anterior, son llevadas a cabo por los ministros e iglesias que componemos esta entidad Cristo-céntrica, por mediación del poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8). Es nuestro anhelo que las informaciones, aquí provistas, les sean de ayuda y estímulo para cumplir con la perfecta voluntad de Dios.
Para lograr este propósito tenemos que estar ungidos con el poder de lo Alto, a través de la persona del Espíritu Santo sobre nosotros, quien nos guiará y nos enseñará. Sin su presencia, nadie está listo para ser usado por Dios en la Iglesia de Jesucristo. El Espíritu Santo es quien dirige y administra la Iglesia de Cristo Jesús, desde el día de Pentecostés, hasta que se la entregue en las nubes a Jesús y Sus ángeles.
Tenemos que ser ungidos por el Espíritu Santo de Dios, si queremos ser usados por Dios en Su Iglesia. Su presencia tiene que estar siempre en todo ministro de Dios. Pero eso sólo se mantiene, una vez ungido por el Espíritu Santo, con una total entrega en obediencia, humildad y santidad ante Dios; así como, con una constante búsqueda de Su rostro en ayuno, oración y clamor de intersección por las almas que se pierden. En este sentido, la Palabra de Dios dice: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8.
Sin esa unción genuina no hay ministerios, ni hay iglesias; ni podemos ir a ninguna parte en el mundo, como embajadores, representantes y testigos idóneos de Jesucristo. La unción y el poder, vienen de la obediencia. Entonces tendremos los dones del Espíritu Santo para la Iglesia. Sólo entonces, el poder del Espíritu Santo se procesará a través de usted. De ahí que necesitemos hacer instrumentos de enseñanza educativa como son los institutos, colegios, seminarios y universidades, para enseñar y formar nuestros líderes y al pueblo de Dios de otras iglesias sobre la UNCION DEL ESPIRITU SANTO Y LA UNIDAD DE LA IGLESIA DEL SEÑOR, EN UN MISMO SENTIR, PARA QUE TODOS LOS CRISTIANOS HABLEMOS UNA MISMA COSA.
“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.” Romanos 15:5-6″ Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas”. Daniel 12:7 ¿Está dividido Cristo? os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 1 Corintios 1:10
La Cobertura es el conjunto de medios teológicos-espirituales, técnicos-científicos, escatológicos-humanos, éticos y morales, que hacen posible la cooperación y el trabajo en conjunto, para llevar y canalizar información Espiritual de Vida, al servicio de la obra de Jesucristo en la tierra.
Es la entidad Cristo-céntrica por la cual los pastores, y ministros en general, que trabajan en la Iglesia de Cristo, toman posesión de su dignidad, tomando las vestiduras de siervos de Cristo, delante del Rey Jehová: El Padre. Entonces, Él nos guía, por medio de Su Espíritu Santo, a toda verdad.
Esta es la paternidad delegada de Dios en la tierra, bajo la expresa dirección y la unción del Espíritu Santo. Él es quien guía a la Iglesia de Cristo, a través de sus pastores y sus ministros. Es una transferencia del Padre al Hijo Unigénito, y de Éste al Espíritu Santo, a fin de preparar el camino del regreso de Cristo Jesús en buscar Su Iglesia en un abrir y cerrar de ojos.
La cobertura funciona como la paternidad. Las iglesias miembros son como las hijas o novias del Cordero. Los pastores y ministros, como los servidores o príncipes y princesas del Reino, porque también todos somos hijos del Rey de reyes, el Señor Jehová.
La IGLESIA EL GRAN TESTIMONIO DE DIOS INC. Y las iglesias afiliadas, existen para cumplir con la Misión de la Gran Comisión, dada por nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos, de ir y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. (Mateo 28:19).
Las informaciones previamente establecidas en el párrafo anterior, son llevadas a cabo por los ministros e iglesias que componemos esta entidad Cristo-céntrica, por mediación del poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8). Es nuestro anhelo que las informaciones, aquí provistas, les sean de ayuda y estímulo para cumplir con la perfecta voluntad de Dios.
Para lograr este propósito tenemos que estar ungidos con el poder de lo Alto, a través de la persona del Espíritu Santo sobre nosotros, quien nos guiará y nos enseñará. Sin su presencia, nadie está listo para ser usado por Dios en la Iglesia de Jesucristo. El Espíritu Santo es quien dirige y administra la Iglesia de Cristo Jesús, desde el día de Pentecostés, hasta que se la entregue en las nubes a Jesús y Sus ángeles.
Tenemos que ser ungidos por el Espíritu Santo de Dios, si queremos ser usados por Dios en Su Iglesia. Su presencia tiene que estar siempre en todo ministro de Dios. Pero eso sólo se mantiene, una vez ungido por el Espíritu Santo, con una total entrega en obediencia, humildad y santidad ante Dios; así como, con una constante búsqueda de Su rostro en ayuno, oración y clamor de intersección por las almas que se pierden. En este sentido, la Palabra de Dios dice: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8.
Sin esa unción genuina no hay ministerios, ni hay iglesias; ni podemos ir a ninguna parte en el mundo, como embajadores, representantes y testigos idóneos de Jesucristo. La unción y el poder, vienen de la obediencia. Entonces tendremos los dones del Espíritu Santo para la Iglesia. Sólo entonces, el poder del Espíritu Santo se procesará a través de usted. De ahí que necesitemos hacer instrumentos de enseñanza educativa como son los institutos, colegios, seminarios y universidades, para enseñar y formar nuestros líderes y al pueblo de Dios de otras iglesias sobre la UNCION DEL ESPIRITU SANTO Y LA UNIDAD DE LA IGLESIA DEL SEÑOR, EN UN MISMO SENTIR, PARA QUE TODOS LOS CRISTIANOS HABLEMOS UNA MISMA COSA.
“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.” Romanos 15:5-6″ Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas”. Daniel 12:7 ¿Está dividido Cristo? os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 1 Corintios 1:10