1.- Evangelizar, plantar, entrenar y ministrar.
2.- Transferir a las Iglesias hijas, a los pastores, a los ministros, a las misiones y a los ministerios, todos los beneficios que encontremos para el mejor provecho y desenvolvimiento de la obra de Jesucristo; velando siempre para que todos trabajemos juntos y en armonía, en obediencia y fidelidad a Dios, para que nuestro gozo en Cristo Jesús sea cumplido.